domingo, 27 de septiembre de 2009

SIETE DE ORO


Estimado lector:

Una vez más tengo el privilegio de saludarle a través de este medio. Esta vez para hablarles acerca de siete aspectos que quiero compartir con usted con el convencimiento que serán de utilidad en su vida, como ha ocurrido en la mía. Se trata de componentes elementales que, por lo general están presentes en las personas que alcanzan el éxito en todo lo que se proponen.
El primero de ellos tiene que ver con la pasión. Piense por unos momentos en gente como "Bam Bam" Zamorano, Elizeo Salazar o Fancisco Melo. Qué hay de común en ellos: Todos identificaron una razón que les mueve, les proporciona energía, algunos dirían que de manera obsesiva, que les impulsa hacia el progreso personal, en una palabra: ¡destacar!

Sus cercanos comentan que, pareciera que una lomotora muy potente tira de ellos, arrastrándolos por una camino de triunfos, en el que hacen gala de sus habilidades. Los tres están insertos en diversas actividades, constantemente, alguien diría que se trata de gente hiperactiva, y quizás haya algo de esto en ellos. No obstante, el factor preponderante aquí es la pasión. Esta es la fuerza que motiva a Elizeo a continuar compitiendo en sus bólidos; a "Bam Bam" en sus múltiples actividades sin descuidar la más importante para él: ser deportista; Y ni qué decir de Pancho Melo, quien se da tiempo para participar, activamente, en televisión, radio y algo más que le mantiene vigente.

Pasión es la que impulsa a políticos y deportistas, astronautas y cineastas, científicos y atletas. Es la pasión que nos hace madrugar para salir en busca de nuestros sueños. Pasión es la p
onemos en nuestra relación de pareja. Y son pocos los que alcanzan la grandeza motivados por una gran pasión por lo que hacen. Cuando se trata de obtener objetivos, quienes se muevan apasionadamente, tendrán mayores probabilidades de trinunfar.

El segundo componente es la fe. Cuando se menciona esta palabra, frecuentemente la asociamos con religión. Pero esto no siempre es así: tiene más bien que ver con nuestras creencias, creencias esenciales que a menudo las escuchamos en forma de convicción; cuando estamos convencidos de algo, actuamos movidos por la fe. Si creemos en nuestro proyecto estamos convencidos que lograremos concretarlo; si creemos en nuestra pareja seremos inconmovibles en nuestra relación; así mismo, si creemos que no seremos capaces de alcanzar la meta, eso es lo que ocurrirá. Lo posible es lo que nosotros formamos en nuestra mente como verdadero y la fe lo que nos permite triunfar.

El tercer elemento tiene que ver con la estrategia. Usted y yo poseemos todos los recursos necesarios para triunfar en lo que nos hayamos propuesto. Sin embargo, si no se cuenta con una estrategia para organizar esos recursos, es posible que se encuentre con dificultades u obstáculos en su camino al éxito. Cada hombre o mujer, político o director de cine, padre o madre, estudiante o trabajador tendrá mejores posibilidades de alcanzar la meta, en la medida que aprenda a organizar sus recursos personales con la ayuda de una buena estrategia. Usted puede preguntar a cualquier hombre de negocios exitoso o al líder espiritual más renombrado mundialmente o tal vez a aquel profesor que intenta llevar adelante los alumnos que tiene a su cargo y todos ellos le hablarán de una estrategia para conseguir sus objetivos.

El cuarto aspecto lo denominamos valores. ¿Cómo se siente usted al ver el Pabellón Patrio flameando al viento mientras escucha el Himno Nacional? Quizás responda que se despierta el patriotismo en usted o bien el orgullo de ser chileno. ¿Y qué le motiva a esforzarse cada día en su actividad profesional? Si es usted casado quizá le motive la familia; en caso de ser empresario, la razón pudiera ser el dinero que desea reunir. Pues bien, patriotismo, orgullo, familia y dinero son valores. Todos generados por las creencias fundamentales que rigen su vida y que determinan lo que es más importante para usted moralmente. Los valores son verdaderos sistemas de creencias y que nos permiten juzgar lo que consideramos bueno o malo en nuestra existencia. Criterios respecto de lo que vale "jugárse el pellejo".

Comprender e identificar los valores esenciales es crucial para quien desee triunfar en la vida y alcanzar la excelencia personal.

El quinto elemento se trata de la energía. ¿Ha visto alguna vez a las estrellas del Rock en acción? El derroche de energía que desplegan es impresionante, ¿no le parece? Quizá recuerde a uno de nuestros principales embajadores en Estados Unidos: "Don Francisco"; ¿Ha conocido alguien de tanta vitalidad como este torbellino de los medios de comunicación? ¿Y qué me dice del excéntrico Leonardo Farkas? Cualquiera diría que este hombre lleva una mochila energizante en su espalda. ¿Qué opinión le merece a usted?

De cualquier modo le pido que considere lo siguiente: llegar a ser número uno de la excelencia humana; convertirse en líder de sus representados; ser modelo a seguir para sus hijos u obtener el premio al "mejor empleado del mes" será tarea complicada para quien quiera realizarlo, más bien relajado. Quienes ostentan éxito en lo que emprenden van codo a codo con los triunfadores. Se levantan por la mañana como una tromba, pensando en los desafíos que vendrán; se mentalizan a sí mismos diciéndose que el tiempo es oro y que si no se mueven rápido, alguien más podría arrebatarle el premio apreciado.

Quienes triunfan en sus desafíos, aquellos que buscan afanosamente el éxito, cualquier persona que ha saboreado triunfos, siempre lo habrá hecho con una inmensa cuota de energía física, psíquica e intelectual; si usted carece de energía y tiene en mente obtener logros importantes, será mejor que aprenda la manera de cargar sus baterías oportunamente, no vaya a ser que poco antes de llegar a la meta se quede sin movilidad.

Componente número seis: Capacidad de adhesión. Se ha fijado que los que siempre van en primer lugar en todo, a menudo poseen una extraordinaria capacidad de adhesión? Son dueños de una habilidad casi mágica para empatizar con cualquiera que se cruza en su camino, estableciendo relaciones, personales o profesionales, sin que para ello discrimine a las personas por su situación económica, social o religiosa. Aquellos que han cosechado triunfos han sabido ganarse a la gente, creando fuerte lazos en el tiempo y teniendo siempre en cuenta que el respeto hacia cualquier ser viviente, es crucial para alcanzar la meta propuesta.

Los mejores negociadores del mundo, los principales líderes espirituales, los presidentes de cada país, al igual que sus embajadores, saben que para conseguir el premio mayor, han de aprender a desarrollar una tremenda capacidad de adhesión.

Y finalmente, el favorito de los vendedores: Excelencia en las comunicaciones. Si hay una premisa que caracteriza a la PNL (Programación Neuro-Lingüística) es la calidad de las comunicaciones, para determinar la calidad de vida. Cómo nos comunicamos con nosotros mismos y cómo logramos comunicarnos con los demás hacen la diferencia en quienes practican PNL. Si consiguen hacerla parte de sus vidas, se podría aventurar que tienen el éxito asegurado. Los individuos que fracasan, generalmente son los que se detienen un metro antes de llegar a la meta, movidos por sus constantes diálogos internos, que le indican que "no va a resultar bien". ¿Y sabe usted, qué es lo que ocurre en estos casos? sencillamente, que llega otro y toma lo que ha sido dejado de lado, le agrega su propia fórmula del éxito, y se queda con todos los premios abandonados por el explorador anterior.

Quienes han dado forma a nuestra cultura, Quién cambió para siempre la historia hace dos mil años y los mejores líderes de todo el mundo, han establecido "maestría" en el arte de comunicarse con los demás. Todo aquel que domine las comunicaciones podrá ser considerado como una gran padre, gran político o gran maestro. Las personas que ostentan la fama de excelentes comunicadores, son las mismas personas que se les conoce como los más influyentes y mejores persuasores. ¿Me permite unos ejemplos? Mahatma Ghandi, el Papa Juan Pablo II, desde el punto de vista positivo. En el otro lado de la moneda encontramos a un líder demasiado influyente para su época: Adolf Hitler, que supo influir en millones, pero desgraciadamente, para estigmatizar a todo un pueblo, dejando de paso una senda de destrucción y muerte. Como quiera que sea, este personaje también fue un maestro de las comunicaciones.

Usted puede llegar a ser un maestro de las comunicaciones, si (entre otra cosas) aprende las herramientas y técnicas de la PNL. Uno de los principales objetivos de esta disciplina es que las personas se comuniquen eficazmente, consigo mismos y con los demás.


Amigos, nos encontramos aquí en la próxima edición.

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Gracias por vuestra amable atención.

Eduardo Brizuela Álvarez.